Ingredientes

  • 200 ml de leche condensada.
  • 800 ml de leche entera.
  • 8 ó 10 yemas de huevo.
  • Cáscara de limón.
  • 1 palito de canela en rama.
  • Rama de vainilla o esencia de vainilla.

Preparación

En un cazo ponemos a aromatizar: la leche condensada con la leche entera, la cáscara de limón, bien limpia y sin la parte amarilla para que no amargue, el palo de canela y la vainilla.

Ponemos un poquito más de leche porque al hervir merma y necesitamos tener un litro en total.

Cuando haya hervido cinco o diez minutos retiramos del fuego hasta que se enfríe.

En un cazo vamos echando las yemas de huevo bien limpias, sin restos de clara, o lo menos posible y cuando la leche esté templada o fría la vamos añadiendo a las yemas con un batidor de mano sin retirar lo que añadimos para aromatizar la leche.

Ponemos el cazo dentro de un recipiente con agua para hacer las natillas al baño María y sin dejar de mover hasta que llegue al punto de ebullición, pero sin que llegue a hervir o se cortarán.

Muy importante, no dejar de mover con el batidor de mano hasta un ratito después de haber retirado del fuego.

Para cuando retiremos del fuego, tendremos preparado un bol de loza o cristal, nunca plástico, con un colador y vertemos en el bol. Una vez templadas las podremos  adornar como más nos guste: galletas, caramelo, etc.

Ya frías, las metemos en el frigorífico y buen provecho.

Estas natillas están muy buenas solo acompañadas de galletas y canela molida, pero si se acompañan con nueces caramelizadas están buenísimas.

Araceli Puentes Puentes